El Castillo Templario y el Convento de la Orden de Cristo - construidos entre los siglos XII y XVII, incluyen algunos de los testimonios más expresivos de la historia de la arquitectura portuguesa, como la charola románica de la iglesia, el claustro del rey João III y la famosa ventana manuelina de la sala capitular.
Monumento conmemorativo de la Batalla de Aljubarrota y panteón real, cuya construcción se inició a finales del siglo XIV bajo el patrocinio del rey João I, el monasterio dominicano de Batalha es el edificio gótico portugués más significativo.
El Monasterio o Real Abadía de Santa María, fundado por la Orden del Císter en 1153. Su construcción se inició en 1178 en terrenos donados por Dom Afonso Henriques, primer rey de Portugal, a la Orden del Císter, en cumplimiento de una promesa hecha tras la reconquista cristiana de Santarém.
Las dependencias medievales que aún se conservan hacen que el Monasterio de Alcobaça sea único en el mundo, a lo que hay que añadir las construcciones posteriores de los siglos XVI al XVIII, como importante testimonio de la evolución de la arquitectura portuguesa.
Como el nombre del programa indica, todos los monumentos están inscritos en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.