La actividad turística está en constante crecimiento y ha despertado el interés de diversos sectores, ya sea por la creciente ola de turistas o por la constatación de que, económicamente, es importante dar a conocer y promocionar la región.
En primer lugar, es importante entender que los destinos son la base del turismo, es en esta base donde se desarrollan las actividades que reflejan lo mejor y lo peor de la región, los destinos y sus actividades son representativos unos de otros.
La sostenibilidad en el turismo es una cuestión que rápidamente pasó de ser una hipótesis lejana o incluso un nicho a algo que inevitablemente tendrá que suceder a todas las empresas vinculadas no sólo a este sector, sino a todos los demás; se ha convertido en una cuestión de calidad y competitividad.
"El turismo sostenible debe hacer un uso adecuado de los recursos medioambientales, respetar la autenticidad sociocultural de las comunidades y garantizar que las actividades económicas sean viables a largo plazo. También requiere la participación informada de las partes interesadas, el seguimiento constante de sus impactos, el mantenimiento de un alto nivel de satisfacción de los turistas (adaptado del concepto de Turismo Sostenible de la Organización Mundial del Turismo - OMT, 2005)." - Turismo de Portugal.
La pandemia que estamos superando ha supuesto una mayor presión para que las empresas pongan de su parte en los más diversos ámbitos vinculados a su actividad, en este caso el turismo, pero dado que abarca varios estratos estamos hablando de combinar acciones que nos permitan actuar en contextos sociales, culturales, ambientales y económicos.
Un buen primer paso es promover y apoyar a las empresas que buscan implementar estrategias en las que integren actividades de responsabilidad social y medioambiental, estrategias que eduquen y cualifiquen a las comunidades más cercanas y que pretendan ser un activo para la sociedad, haciéndola más solidaria.